13 octubre, 2010

Llorente, gol y victoria

En la victoria de la selección española ante Escocia en Hampden Park, Glasgow, el riojano Fernando Llorente volvió a marcar, por lo que ya suma siete goles en doce internacionalidades. Es decir, anota un gol cada 58 minutos. No está mal. El alto jugador riojano se ha convertido en el jugador español más efectivo, superando a Raúles, Villas o hasta Zarras. Vicente Del Bosque atinó una vez más al sacarle al terreno de juego cuando la cosa peor se ponía y, como ante Portugal en el pasado Mundial, Llorente consiguió desatascar un partido que empezaba a ponerse correoso.


A España, a pesar de desplegar un juego aceptable, le costó una barbaridad abrir "la lata". El primer gol no llegó hasta el minuto 44, cuando un balón colgado desde la banda derecha fue interceptado con el brazo por Whittaker dentro del área, por lo que el árbitro, el suizo Massimo Busacca, señaló el punto de penalti. Rápida y decididamente, Villa cogió la pelota dispuesto a tirar la pena máxima. Lanzó el balón por la derecha y, aunque McGregor llegó a rozarlo con la punta de los dedos, el esférico entró, convirtiéndose Villa, de esta manera, en el segundo jugador español en llegar a la cifra de los cuarenta y cuatro goles, aunque parece lógico pensar que es cuestión de muy poco tiempo que supere la marca en breve. Ya en la segunda parte, España siguió jugando con rapidez, alternando las aperturas hacia las bandas con maravillosas paredes, a través de las que los acercamientos a la portería escocesa se sucedían cada vez con mayor peligrosidad. Así, en una ocasión de ataque español en la que la pelota quedó muerta a escasos metros del área pequeña escocesa, Iniesta se hizo con la pelota y antó el segundo gol al colocar el esférico con gran precisión junto a la base del poste derecho británico, haciendo inútil la estirada del guardameta.

La cosa iba realmente muy bien cuando, de repente, de manera incompresible y cuando el partido parecía finiquitado, sucedió lo que nadie pensaba que podía ocurrir. En ocho fatídicos minutos, la selección escocesa empató el partido. Primero mediante un magnífico gol de cabeza de Naismith, que remató un pase muy largo desde la banda derecha, y luego, en una jugada desafortunada de Piqué que no pudo evitar que la pelota que intentaba despejar se colara en el marco defendido por Casillas. Nadie sabía ni cómo ni por qué, pero la campeona del mundo estaba empatando ante una Escocia que, a pesar de haber mostrado algo más de ambición que la exhibida en su partido del pasado viernes ante la República Checa, era infinitamente inferior a La Roja. Del Bosque reaccionó con rapidez y realizó los cambios. Entraron Pablo Hernández, que se mostró algo nervioso, y el ya citado Llorente, el cual se aprovechó de un fallo de marcaje garrafal de la zaga escocesa para rematar de primeras a la red el tercero.

La selección alcanza, con esta victoria, el pleno de triunfos en lo que llevamos de fase de clasificación. A falta de enfrentarse con el rival más duro del grupo, esta noche se ha sabido sacar adelante uno de los choques más complicados. Hampden Park, con su maravillosa puesta en escena, nos brindó un partido excelente, de ida y vuelta, en el que el combinado nacional supo someter a una Escocia que es más Escocia cuando está respaldada por esas ochenta mil animantes almas que hoy llenaban el mítico estadio y que nos han hecho estremecer al oir su Flower of Scotland.

2 comentarios:

  1. Estimado Atticus:

    Simplemente quería recalcar la extraordinaria fortuna que tenemos los amantes de este deporte de que nuestra selección, tantas veces deficitaria, esté mostrándole al mundo la mejor cara del juego en equipo.

    Cuando uno ve en un mismo centro del campo a Busquets, Silva, Xabi Alonso, Cazorla e Iniesta pasándose el balón, lo único que debe hacer es babear, henchir el pecho y darle gracias al destino por dejarnos vivir esto. (Nótese que un tal Xavi, un tal Cesc, un tal Mata, un tal Navas o un tal Arteta no estaban en esta alineación).

    Yo he de decir que España es el mejor grupo de futbolistas que recuerdo haber visto jamás (con permiso de este Barcelona) y que adoro esa sensación que me invade cada vez que jugamos de que no podemos perder.

    Quizás termine siendo inevitable que a uno le pueda la soberbia o la prepotencia (espero que no), pero yo no pienso dejar de presumir hasta que me muera de que durante un tiempo, más o menos largo, mi selección fue el mejor exponente de la grandeza y calidad futbolística que universalmente se admira y que por propio derecho se ha ganado el calificativo de mejor equipo del mundo.

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  2. ¡Cuánta razón tiene, compañero! Ver jugar a estos tipos es una delicia. Cada partido es una maravillosa muestra de cómo se puede y debe jugar bonito. Como bien dice, la calidad de los nuestros se hace patente en cada línea, desde la portería hasta la delantera. Es más, añadiría que si la base sobre la que se gestó la Eurocopa de hace dos años ya era buena, la gestión del conjunto hecha por Del Bosqué, así como las diferentes incorporaciones (Llorente, Navas, Mata, Pablo Hernández) han hecho de España un referente que no se circunsicribe únicamente al momento actual, sino que será el espejo en el que diferentes generaciones de amantes del fútbol se miren al preguntarse cómo hay que jugar a este deporte.

    En cuanto a la soberbia o prepotencia en que se puede caer, yo creo que ya hemos superado esa fase. La derrota ante Suiza en el Mundial nos hizo ver que, pese a que uno es el equipo que mejor fútbol hace (no olvido, por supuesto, al Barça), hay que darlo todo en cada partido para sacar los compromisos adelante.

    Al hilo de todo esto, el otro día leí algo sobre la labor de Del Bosque en este equipo y que aún no ha sido valorada como debiera. No es sólo que la selección haya recuperado la excelencia, si es que en algún momento la llegó a perder, sino que ha sabido hacer ver a los jugadores la importancia de cada partido y de cada momento de la competición. No debe ser fácil hacer que los Iniesta, Villa, Ramos y compañía, sigan dándolo absolutamente todo en cada encuentro cuando ya son campeones de Europa y del Mundo.

    Coincido con usted en todo lo que ha escrito, especialmente en el hecho de que el orgullo que da saberse seguidor de este grupo de deportistas es total

    Un saludo.

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