28 agosto, 2009

Sorteo de Liga de Campeones


Ayer se disputó en Nyon (Suiza) el sorteo de la XVIII edición de la Liga de Campeones. Como viene siendo habitual desde hace ya siete años, los equipos se encuadran en ocho grupos, cada uno de los cuales está compuesto por cuatro conjuntos. En total, 32 combinados que pelearán durante todo un año por conseguir llevarse a casa la copa que, en su día, fuera calificada por Luis Aragonés como "la orejonas".

Pocas fueron las sorpresas que nos deparó la tarde. Algún grupo más fácil que el resto, alguno más difícil, pero, en general, todos quedaron conformados de la misma manera: dos equipos grandes, una medianía y la clásica cenicienta. En lo que respecta a los equipos españoles, habría que destacar la fortaleza del grupo en el que ha quedado encuadrado el Atlético de Madrid. Chelsea y Oporto le disputarán una plaza en los octavos de final, pudiendo denominar a este grupo como el más difícil de esta primera fase.

Bayern de Munich y Juventus, dos clásicos venidos a menos en los últimos años, se enfrentarán por ocupar la primera plaza de este grupo. Mucha atención tendrán que tener con el Girondins de Burdeos, que si bien es menor por tradición y clase, puede constituir una seria amenaza. La primera fase es corta y un equipo como este puede levantar más de un dolor de cabeza.

Uno de los grupos más flojos. Mucha suerte ha tenido el Manchester United, actual subcampeón de Europa, que tendrá que disputar sus encuentros ante el CSKA de Moscú, el Besiktas y el Wolfsburgo. Ni rusos ni turcos deben poner en el menor aprieto a los de Ferguson. El Wofsburgo, por su parte y a pesar de ser el actual Bundesliga-Meister, tampoco debería ser demasiado incomodo. Este último conjunto parece haber tenido fortuna en el sorteo y tiene muchas posibilidades de pasar a la siguiente ronda.

Es el grupo en el que se encuentra encuadrado el Real Madrid. Su principal rival será el Milán. Ambos lucharán, junto al Olympique de Marsella y el FC Zürich, por hacerse con una de las dos plazas que dan el derecho a pasar a la siguiente ronda. Un morbo especial puede despertar el regreso de Morientes al Bernabéu con la camiseta del Olympique, pero aún más lo puede resultar la vuelta de la afición francesa a Madrid tras los "incidentes" acaecidos en el Vicente Calderón en la pasada edición.

Como decíamos al principio es el grupo que podríamos definir como de la muerte. Tres serán los que luchen por el pase. Atlético de Madrid, Chelsea y Oporto dejarán muy pocas oportunidades al APOEL FC chipriota, cuyo nivel es descaradamente inferior. Tal vez el Chelsea parece estar algo por encima de sus rivales, dejando al Atlético de Madrid y al Oporto la lucha por el segundo puesto. En cualquier caso, el nivel es tan alto y son tantas las ganas que tiene los de Abel por reconfirmarse como un grande, que, a buen seguro, veremos un pelea encarnizada hasta la jornada final.

Ni el Liverpool ni el Olympique de Lyon se hallan en su mejor momento. Los de Anfield han comenzado la temporada de manera desastrosa, pero sabemos, por los últimos años, que la Copa de Europa les motiva sobremanera. Los franceses, por su parte, han acudido a este torneo durante los últimos años como los grandes dominadores de la liga gala, estrellándose siempre en cuanto las dificultades crecían. Octavos y cuartos han supuesto, en la mayoría de las ocasiones, escollos demasiado escarpados de superar. Sin Benzema y con un Juninho cada vez más veterano, no parece que la cosa pueda cambiar mucho. Completan el grupo la Fiorentina, que regresa a la máxima competición internacional, y el Debreceni húngaro.

El grupo del actual campeón es, también, el grupo del morbo. Ironías del destino fue Butragueño el encargado de sacar la bola que emparejaba al Barcelona con el Inter de Milán. Eto'o contra Ibrahimovic e Ibrahimovic contra Eto'o. Ambos equipos comienzan la fase enfrentándose en la capital lombarda el día 16 de septiembre. Pronto empieza la diversión. El Dínamo de Kiev y el Rubin Kazan ruso completan el cuarteto. Son, en principio, los comparsas del grupo, pero los viajes y el frío pueden jugar una mala pasada a españoles e italianos.

El grupo en el que se encuadra el Sevilla es, junto con el B y el H, del que pasaremos a hablar en breve, de los más sencillos. Un alemán, el Stutugart, y un escocés, el Rangers, no deberían suponer un difícil obstáculo para los de Manolo Jiménez. Aún así, no deben bajar la guardia, siendo el exceso de confianza el principal problema con el que se pueden encontrar. Completa el grupo un debutante: el AFC Unirea Urziceni rumano.

Parece que el Arsenal no debería tener que pasar muchos apuros para pasar a la siguiente ronda. El AZ Alkmaar, el Olimpiakos y el Standard de Lieja son tres equipos muy parejos en calidad y nivel competitivo. Sería lógico que se disputaran entre ellos la segunda plaza. La primera, a tenor de la tremenda superioridad demostrada ante el Celtic, debería ser para los ingleses sin discusión alguna.

27 agosto, 2009

Dos errores en uno

Si uno mira la plantilla que Florentino Pérez ha construido en solo un verano para el Real Madrid y lo compara con la que dejó el anterior mandatario, el resultado es obvio: se ha mejorado.

Si uno mira la plantilla que Florentino Pérez tenía el 25 de Agosto y mira la que existe el 27, el resultado es también obvio: ha empeorado.

Es cierto que la prudencia suele ser consejera apropiada tratándose del presidente madridista, pero salvo sorpresa de última hora, el regusto final que le quedará al aficionado del Real Madrid es que las cosas se han hecho a última hora mal. Muy mal.

Wesley Sneijder y Arjen Robben son jugadores de esos que podríamos tildar de "diferentes" y aunque su nivel no pueda compararse, quizás, al de Kaká o Cristiano, no es menos cierto que podían perfectamente ser los número 12 y 13 de la plantilla. Algo que ya no va a suceder.

Desciende la competitividad de la plantilla, la capacidad de maniobra de Pellegrini (ojo, la sensación que queda de simplemente ser alineador -nada nuevo, bajo el sol-), se refuerza a rivales directos en la lucha por la Champions (en un rato, sorteo... y puede haber sorpresas) y de cara a la opinión pública se lanza un mensaje difícil de comprender: equipazo, sí, pero...

El actual Madrid es el único que en España (y de los pocos de Europa) le podrá hacer frente al Barcelona. Un once formado por Casillas, Ramos, Pepe, Albiol, Arbeloa, Lass, X.Alonso, Kaká, Raúl, Cristiano y Benzema apunta muy alto. Inversamente proporcional al potencial real de su banquillo. El que hasta hace días daba la sensación de poder competir con la inmensa mayoría de los conjuntos titulares de nuestro país.

40 millones de € por Sneijder y Robben no es una buena operación. No sólo porque se pierdan más de 20 respecto a lo que costaron. Que también. Especialmente, porque todo el mundo sabe que eran dos jugadores potencialmente titulares, con un talento importante que pasan directamente a equipos rivales en Europa y que dejan una mala sensación en el vestuario del Real Madrid. Vuelve a existir un muro de Jericó entre titulares y suplentes.

Mal negocio, Floren. Mal negocio.

25 agosto, 2009

Benítez o the feeling of nervousness


Ayer, a pesar de ser lunes, tocó noche de fútbol. Por un lado, en la Sexta, se jugaba el trofeo Santiago Bernabéu, en el que como cada año, el Real Madrid se presenta oficialmente ante su público, que este año parece más entregado que nunca gracias a la ilusionante etapa que Florentino Pérez ha resuelto comenzar. En el otro extremo, en el del canal público Teledeporte, los últimos coletazos de la tercera jornada de la Premier League nos dejaban un interesantísimo Liverpool-Aston Villa en el que, a diferencia del partido de Chamartín, el ritmo de la competición nos permitió disfrutar de un fútbol más vistoso y aguerrido, más propio de las fechas en las que nos adentramos.

En el choque que se vivió en Madrid, la historia no iba más allá de saber cuántos goles sería capaz de hacer el madrid a los noruegos del Rosenborg, antaño uno de los fijos en la fase de grupos de la Liga de Campeones. El partido, cuyos prolegómenos estuvieron protagonizados por la emotiva despedida de Michel Salgado, que deja diez años de fútbol, garra y entrega en el coliseo de Concha Espina, no supuso un duro trámite para un Real Madrid que, a instancias de Pellegrini y a falta de un rival de mayor entidad, puso en el terreno de juego toda la artillería pesada para que, cumplidos los noventa minutos reglamentarios, el electrónico reflejara un incontestable 4-0. Un resultado este que se antoja corto tras lo visto en una primera parte en la que el rival escogido por la entidad merengue, cuestiones publicitarias al margen y como dijera Inda, el difícilmente calificable director del diario Marca, no pasaba de ser "un equipo de los de arriba en segunda".

Otro cantar, como ya anunciara en el primer párrafo, fue el encuentro de la Liga inglesa disputado en Anfield, en el que el Liverpool cayó ante los villanos de Birmingham. Hacía ocho temporadas que los de Martin O'Neill no conseguían mojarles la oreja a los de Benítez y ha sido, justo esta temporada, en la que los Scousers han perdido a tanto jugador clave, en la que han vuelto a conseguir la victoria. Está claro que las bajas han mermado la capacidad de actuación de los Reds, pero han de ser conscientes, y el técnico el primero, de que como equipo grande que han sido y son, no pueden realizar un comienzo de temporada tan desastroso como el que están protagonizando este año. Tres partidos, dos derrotas -las mismas que en toda la temporada pasada- y una victoria, por 4-0, en la que, marcador abultado mediante y a tenor de los manifestado por los periodistas deportivos que les siguen, el juego realizado dejó mucho que desear.

Comentábamos el otro día, tras la primera jornada, en la que el Liverpool fue vapuleado por el Tottenham, que el mejor jugador Red aquel día fue el madrileño Pepe Reina. Ya aquello nos pareció que reflejaba bastante bien el tono con el que los de Anfield comenzaban la temporada. Eso, que pudo no pasar de un mal comienzo, lleva trazas de convertirse en una constante que provoque en los scousers un clima de ansiedad y desasosiego nada bueno para el devenir de la temporada.

Ya ayer los primeros síntomas de la enfermedad, cuyo remedio no parece pasar únicamente por la recuperación del italiano Aquilani, se dejaron sentir en la parroquia liverpudlian. El absurdo penalty cometido por Gerrard, cuando su equipo acababa de recortar diferencias merced a un gol del Torres, es una buena muestra del desconcierto en el que parece se está adentrando el conjunto. Pero nada comparable con el estado de crispación del que hizo gala el técnico español, Rafa Benítez, cuyas protestas y airados aspavientos cada vez que se dirigía al árbitro asistente son una manifestación del cargado ambiente que se respira en Liverpool. El nerviosimo, como reza el titulo de este post, parece haberse apoderado del, hasta ahora, templado entrenador madrileño.

Mucho y muy rápido tienen que cambiar las cosas para que el cinco veces campeón de Europa vuelva a la senda de la victoria. La liga ya ha empezado -mal- para ellos y la Liga de Campeones está a la vuelta de la esquina. Ahí es nada.

18 agosto, 2009

El mundial de Colombia


Corría el año 1974, mes de junio. El comité de la FIFA para la organización de los mundiales acababa de designar a Colombia como el país que acogería los Campeonatos del Mundo que habrían de disputarse 12 años depués, en 1986. En un alarde de confianza, la FIFA, el máximo responsable del fútbol mundial, delegaba la ingente tarea de organizar todo un mundial a un país en el que la pasión por el fútbol no dejaba lugar a dudas, pero cuyo desarrollo económico y social dejaba huecos que no serían fáciles de llenar. Comenzaba, de cualquier manera, un ilusionante camino para todo colombiano que amara a su país. Los estadios, las sedes, los hoteles... Todo había de estar preparado y nada podía ser dejado al azar. Nada podía emborronar el nombre de la nación.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, todo se vino abajo. Paulatinamente, la paciencia de los directivos de la FIFA fue deshaciéndose a cada mala noticia que llegaba del país centroamericano. Las continuas, aunque justificadas, negativas del gobierno colombiano a aceptar las condiciones impuestas por la FIFA, fueron minando la confianza de los delegados del organismo supranacional, hasta que, finalmente, en una controvertida decisión, se tomó la resolución de que Colombia no sería la organizadora de dicho mundial. Controvertida por la novedad de tal medida -nunca antes se había tomado una decisión así y nunca más se ha vuelto a tener que actuar de esta manera- y, también, por el corto plazo de tiempo que se le daba al país al que le fuera reasignada la responsabilidad, pues la decisión fue tomada en 1983, a falta tan solo de tres años para que diera comienzo el acontecimiento, futbolísticamente hablando, más importante a nivel global.

Hay quien afirma que, intencionadamente, las condiciones que se le impusieron a Colombia en materia de estadios o capacidad hotelera, por ejemplo, fueron excesivamente rigurosas. Tal vez, cayendo en la cuenta del error que podían haber cometido con la designación, los directivos del máximo organismo mundial para el fútbol trataron de llevar a la República de Colombia a un colapso que le impidiera organizar tan magno evento. Tal vez, y esto parece más acertado a tenor de la rapidez y, sobre todo, la autoridad con la que Havelange, entonces presidente de la FIFA, designó a México como la definitiva sede para el mundial, los intereses que siempre se forman en torno a la organización de este evento fueron demasiado grandes como para dejar que un país como Colombia se llevara, finalmente, el gato al agua con la celebración de la Copa del Mundo.

Nada está claro en torno a los motivos que llevaron a la FIFA a revocar la decisión que nueve años antes habían tomado. Las dudas, sin embargo, son muchas. Al final, lo que no admite vacilación es que Colombia se quedó sin el que podría haber sido su primer mundial, y que, por otra parte, México organizó, dicho sea de paso, de una manera solvente. Y todo ello, a pesar de que en 1985, una serie de terremotos asolara a la nación azteca, dejando tras de sí más de diez mil muertos. Una tragedia que es, también, otra historia.

17 agosto, 2009

Empieza la Premier. Empieza el espectáculo

Este pasado fin de semana ha comenzado la Premier League. Y lo ha hecho con muy pocas sorpresas. Sólo un partido, por lo abultado del marcador, ha marcado la nota discordante en el tono general de la jornada. Nos referimos, no podía ser de otra manera, a la apabullante victoria conseguida por el Arsenal de Wenger ante un Everton (1-6), que no esperaba un varapalo tan severo. En líneas generales, y con la excepción del spanish Liverpool, que sucumbió ante el Tottenham por 2-1, aunque pudieron ser alguno más, los favoritos para alzarse con el título a final de temporada no fallaron y sacaron, con mayor o menor gloria, sus partidos adelante.


En Stanford Bridge, el Chelsea tuvo que pelear más de lo esperado ante un muy organizado Hull City, que mantuvo el empate a un gol hasta el último minuto, momento en el que Drogba hizo el tanto de la victoria. Un gran gol en su estética, pero no exento de una buena dosis de fortuna, pues parece que la intención del marfileño era, más bien, la de lograr un centro que lo que finalmente consiguió, el gol.


Por su parte, el Manchester United encarriló ya en la primera parte su partido ante el recién ascendido Birmingham (1-0), con gol de un Rooney que, al fin y tras la marcha de Cristiano Ronaldo, puede estar llamado a marcar esa diferencia que le encumbre como la figura mundial que hace años se vislumbra. Desde Blackburn, al norte de Inglaterra, los citizens completaron el pleno para los equipos de Manchester al derrotar al Rovers por un contundente 0-2, que no deja muchas dudas de cual va a ser la senda por la que va a discurrir la trayectoria del Manchester City este año: la victoria.


Si la fortuna parece haber sonreído a los equipos de Manchester, muy bien podría afirmarse lo contrario de sus vecinos de Liverpool. Ambos, scousers y Toffees, cayeron derrotados en sus respectivos encuentros ante Tottenham y Arsenal. Los de Benítez no disputaron un buen encuentro, en el que Pepe Reina fue el mejor de los Reds. Un par de manos "milagrosas" del cancerbero español evitaron que el resultado fuera aún más duro para los intereses de un equipo que, a pesar de las bajas estivales, debe volver a luchar por el título de liga. Por su parte, el "set" que se llevo en Goodison Park el Everton, que aspira en esta temporada a confirmarse como un fijo de la parte media-alta de la tabla, ha resultado ser la gran sorpresa de la jornada. Un gran Cesc, que dedicó sus goles al recientemente fallecido Dani Jarque, llevó a los suyos a la victoria, demostrando, así, de tan contundente manera, que su liderazgo dentro de los Gunners no tiene contestación.


Un destacado comentario merece el debut, con victoria, de Roberto Martínez al frente del Wigan. Jugaba frente al Aston Villa, en el vetusto Villa Park, y solventó el encuentro con un más que suficiente 0-2, que no hace sino confirmar que no erraron los dirigentes del modesto equipo inglés cuando decidieron contratar al ex del Swansea. Martínez se está labrando una carrera en Inglaterra a golpe de trabajo y talento que, esperamos, le confirme como uno de los entrenadores referencia en el país británico.

Resto de resultados de la jornada en la Premier League:

Wolverhampton, 0 - West Ham, 2
Stoke City, 2 - Burnley, 0
Portsmouth, 0 - Fulham, 1
Bolton,0 - Sunderland, 1