06 octubre, 2010

Liga BBVA - Jornada nº6

Y el monstruo despertó. Después de que Mourinho avisara, días atrás, de que "alguien" pagaría la factura derivada de la falta de acierto de las primeras jornadas, el Deportivo acudía al Bernabéu y se posicionaba como la víctima propiciatoria que el luso necesitaba para que la parroquia madridista comenzara a creer en su equipo. El 6-1 con el que terminó el encuentro no deja mucho lugar a las dudas. El Madrid se "enchufó" y descargó sobre el equipo de Miguel Ángel Lotina todo lo que llevaba acumulando desde hacía tiempo. Liberó tensión y estrés el equipo, al igual que determinados jugadores, como es el caso de Cristiano, cuya celebración del primer gol es una muestra de ello. Ahora les toca corroborar el crecimiento para que no se quede en el simulacro en que se convirtió el gran partido contra el Ajax en la primera jornada de Liga de Campeones. Del Depor poco se puede decir que no se extraiga ya del resultado. Son últimos con dos puntos y tres goles en seis jornadas. Un gol cada 180 minutos no parece ser un ratio suficiente para un equipo que no hace muchos años disputaba los puestos europeos a los mejores equipos.



El segundo tropiezo del Barcelona llegó, curiosamente, de nuevo en su campo. Desde que comenzara la temporada, el aficionado culé aún no ha disfrutado de la excelencia de los Messi, Xavi e Iniesta. En esta ocasión, la sorpresa, que se quedó en empate, la dio el Mallorca de Laudrup. Si bien el Barça comenzó el partido bien, triangulando y generando múltiples ocasiones de peligro, el tanto del empate de los de Laudrup cuando la primera parte tocaba a su fin, produjeron una serie de errores en las combinaciones de los azulgrana harto desconcertantes. Ya se vio no hace mucho, contra el Rubin Kazán, que el conjunto de Guardiola presentaba ciertas dificultades para trasladar la pelota, sobre todo en largo, cuando el equipo contrario presionaba y ocupaba espacios. Sin embargo, lo que parecía podía ser una conscuencia de un mal acoplamiento temporal de los que ocupan el centro del campo, está deviniendo en algo más permanente y, por tanto, preocupante. Buen planteamiento del Mallorca, en cualquier caso, que supo aprovechar la confianza generada con el empate creyéndoselo y no dejándose comer la moral por la grandeza de este Barcelona. No debe olvidarse, por supuesto, la buena actuación de Aouate, portero bermellón y cuya actuación en la primera parte evitó que el resultado final fuera distinto.

Por su parte, el Valencia sigue ejerciendo de líder y sigue contando sus partidos por victorias. En las seis jornadas que llevamos ha sumado todos los puntos posibles, excepto aquellos que se dejó en Mestalla al empatar con el Atlético de Madrid. Se mantiene invicto y no da muestras de flaqueza. Es más, a medida que pasan las jornadas, la estructura atacante valencianista da más muestras de estar en plena forma, por lo que el conjunto de Emery se está ganando la consideración de clara alternativa al título de liga. En esta ocasión derrotaron 2-1 al Athletic de Bilbao, que suma su segunda derrota consecutiva. No parecen demasiado graves estos contratiempos para los vizcaínos, en tanto en cuanto hablamos de que han sido ante el Valencia, líder, y el todopoderoso F.C. Barcelona.


El que parece haber perdido algo de comba en este inicio de temporada es el Atlético de Madrid. La contundente derrota ante el nuevo Sevilla de Manzano escuece, y puede que mucho. Tanto que Quique Sánches Flores hasta tuvo que admitir que se había equivocado en el planteamieto que realizó del partido. El Sevilla, en el inicio de la era Manzano ha ganado los dos partidos disputados y parece que ha entrado en una nueva onda, propiciada por ese extraño fenómeno que tiene lugar entre ciertos jugadores cuando se produce un cambio en el mando. Es algo de lo que debemos felicitarnos, pues le dará mucho más color a esta liga, ya de por sí muy entretenida.


Donde seguro están muy contentos -y algo sorprendidos, seguro- con el comienzo de su equipo es en Villarreal. Tras ganar al Racing de Santander se afianzan en la segunda plaza de la clasificación. El buen estado de forma de jugadores como Cazorla o Borja Valero, jugador este último que ha recibido por primera vez la llamada de Vicente del Bosque, propician que el Submarino Amarillo se encuentre en tan magnífica posición. El Racing, sin embargo, parece que no levanta cabeza y vuelve a perder otro partido, por lo que cae a los puestos de descenso.

Tres partidos más acabaron en tablas. En Almería, tras la importante victoria cosechada en La Coruña, el conjunto de Lillo arrancó un empate a un gol ante el Málaga, que vuelve a pisar el pedal de freno una jornada más, no terminando de jugar como parecía apuntaba la composición de su plantilla a principio de temporada. El otro partido que acabo con empate a un gol se disputó en Pamplona. Allí, el Osasuna no fue capaz de pasar del empate contra un Levante que suma su segundo empate consecutivo y le permite salir de los puestos que obligan a descender de categoría. Buena noticia para el Levante, que tan mala pinta tuviera tras las tres primeras jornadas de liga. El tercer partido acabado en empate, además del de Barcelona, fue el que enfrentaba a dos equipos en problemas, Zaragoza y Sporting de Gijón. Los maños, que actuaban como locales, remontaron dos goles de manera casi milagrosa cuando el público más nervioso se ponía. Ambos conjuntos, tras el empate, siguen ocupando puestos conflictivos, aunque, al menos, el Sporting cuenta con un triunfo, por lo que no cae nada más que hasta el decimoquinto puesto.

En Anoeta se vio un partido entretenido, en el que la victoria se la llevó el que más propuso y arriesgo en el envite. La Real Sociedad superó por un solitario gol a un Espanyol que se mostró algo rácano a la hora de salir con la pelota con la intención de anotar. El encuentro se decidió por un gol en propia puerta de Forlín, tras una sensacional falta lanzada con la derecha por el holandés, debutante en Liga, Sarpong.

En el décimo encuentro, último de la jornada y que cierra esta crónica, el Getafe le endosó un contundente 3-0 al Hércules, cuya trayectoria en liga se asemeja a una montaña rusa. Los de Míchel cogen otra bocanada más de aire y ya son sextos. Ocupan por primera vez desde que comenzara la temporada puestos europeos. El trabajo, silencioso y callado del entrenador madrileño, ya va dando frutos. Algo que, por otra parte, ya no es noticia para ningún getafense.

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